lunes, 15 de febrero de 2021

A VECES

 

Fui sombra a plena luz. 

Mis cabellos gritaban 

de agrietadas soledades 

en sequía de caricias.

 

Y fui potra montuna 

sin jinete al ataque 

para exprimir mi sudor… 

ansioso por desbordarse.

 

A veces, allá afuera,

la lluvia olía a calendario sin hojas, 

o al aroma de difuntas lágrimas 

entre tumbas blanquecinas. 

 

En la plazoleta del pueblo

las campanas parecían tañer 

sin quien las escuchara; 

cada quien en su propio afán.

 

Quizás fui daño colateral 

de efímeros sueños  

entroncados en paredón de quimeras.

A veces la vida huele a indigentes migajas.

 

Dora Elia.

9 de febrero, 2021