Dame uno a uno
los impetuosos torrentes
de tus fértiles sueños
para alimentarlos
y tu perentoria capacidad
de amar
para abanderarme en ella.
Espérame a la vuelta del recodo
donde el tiempo no termina
para estampar a lleno
mis indecoros ardientes
del melódico chasquido de tus
besos
en suave humedad.
Y estarás aquí
nutriendo mis núcleos
con las fantasías de tu
voz
y el purpúreo ir y venir
de mis lentejuelas
como luciérnagas iluminadas
danzarán ante tus ojos
en la tenue luz.
¿Sabes?
Está confundida la lluvia
y tiemblan sus gotas
yendo sin cesar por todos
lados
buscando tus átomos
para humedecerlos
y mis aceras agrietadas de
sed
a gritos piden las
reverdezcas.
Te cuento amor mío
que el agua de mis manantiales
está manchada de
impaciencia
y mis arrugas sin planchar
esperan tus manos las
alisen.
Estaré a la orilla del
camino
mientras llegas.
Dora Elia.
31 de Marzo 2018.
EE.UU.
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