Fue así aquel ayer
al entrelazar caminos
convergiendo al unísono
bajo una blanca luna
de pasiones llena.
Verano ardiente
como el sol en su cuerpo.
Fijé en él mi alma.
El en mí sus ojos
de vivo fuego
y mucho más.
Volamos juntos
-poco o mucho-
respirando el mutuo aroma
hasta embriagarnos
de inspiración
de versos
de placer.
Lo amé con locura
las veces que mi piel lo quiso.
Las veces que deseáramos
fundirnos en uno
esperando el alba
abrazadas nuestras piernas
construyendo delirios.
Desvestimos cuerpo y alma
una y otra vez…
luego
nos vestimos en desquicio
y enfilamos los dos
nuestro propio rumbo.
Marcamos historia
bailando nuestra danza
en un mundo ahora muerto…
yo
en mis venas guardé
muy vivo aquel recuerdo.
Dora Elia.
30 de Enero 2017.
CDMX.
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