Y me quedé trastabillando en la banqueta con el dolor a
cuestas en mi humanidad. Mas dime tú amor ¿qué hago ahora contra el manojo de
olvido me has lanzado a pedradas? Si ya no me quedan fuerzas para luchar y me
parto en la corriente de estas olas enfurecidas. Si mi coraza está llena de
abolladuras y algunas tan profundas que se cuelan hasta mi piel tus dagas con
intentos de muerte para mí. Vago perdida entre calles de pueblos sin nombre
envuelta en su polvareda rodeada de perros lastimeros tan famélicos como mi
alma. Perdone caballero andante ¿dónde está la calle que lleva a mi amor?
¿Tiene un paraguas me preste un momento? No sé si llueve o son mis ojos.
Dora Elia.
29 de Mayo 2017.
EE.UU.
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