miércoles, 4 de octubre de 2017

DESCOMPUESTA.

Mi amor desencantado:
voy a llorarte
igual que se sufre  
un sueño fenecido
en la frialdad de realidades.

Un perdido sueño
que ha caído en lo alto
como estrella fugaz,
allá a lo lejos
sin meta ni rumbo…
sólo caer y caer
dejando una estela.

Y yo que me alineaba para ti.
Yo que te había colocado
en el amoroso nidal
que te había construido
en medio de mi pecho.

Tú,
que latías en él con mi latir
fecundo
insaciable
felino
haciéndole ecos
y olas a su sangre.  

Yo que me dormía
pensando en tus ojos
lamiendo tus labios
pronunciando tu nombre
y despertaba
con el almíbar de tu sabor
danzando en mi boca.

Descompuesto tú.  
Descompuesta yo.
Descompuesto el amor…
confesión descompuesta.

Me ordeno la receta curativa
de un tiempo y sus noches
abrazada a su acidez.
Nada en exceso
sólo un poco…
y un puñado de lágrimas.

Luego voy a levantarme.
Iré a otro continente
otro celaje azul
otros ojos cafés sin engaño
y otros brazos amantes
a buscar consuelo.

Dora Elia.
4 de Octubre 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.







martes, 3 de octubre de 2017

CERTEZA


Hay un día en la historia
escrito para él y mí.
No sé dónde nace,
por dónde va,
dónde descansa,
o en qué encrucijada
topa su camino.

Sé que huele a nuestra piel.
Que está escrito en mármol
con su nombre y el mío.
Que trae en sus manos
a puños abiertos
flores de azafrán y lavanda
que como besos vuelen,
nos cubran,
perfumen nuestro lecho
y aromaticen las caricias
que traigo para darle.

Hay un día
guardado por allí, estoy segura,
en un cofre bajo llave.
En toda certeza creo
que existe un día,
un día mágico
encerrado en alguna parte,
que vive, respira y busca libertad
para encontrarnos.

Ese día, lo sé,
un día cualquiera se desata
para escribir en nuestra piel
un poema sin edades
ni tiempos que perezcan…
Espérame amor mío,
voy en su búsqueda
por los siete mares.

Dora Elia.
3 de Octubre 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.




lunes, 2 de octubre de 2017

AGONÍA

Lo supe de una vez.
Al inicio de los números.
Día primogénito.
Génesis de la historia…
Que era un sueño escurridizo
como la aciaga neblina
que cubría mis ojos
de plomo grisáceo.

En su momento entrecortado
vi las confundidas aves
volando en desequilibrio,
al azar,
bajo su propia suerte,
sin alas de una pieza,
sin patas para aterrizaje
cuando las soltara
la ráfaga caprichosa.

Igual,
me aferré al vacío
como las hojas sin esperanza,
como una loca herida
a sus adherencias que duelen.

Aferrada a la nada
en estrías múltiples
que vendaban mis ojos
y amordazaban mi razón,
nadando contra corriente.

¿Cuántas veces renuncié?
¿Cuántas me dije:
vas por errado camino,
no sigas adelante?
Estoy en blanco, no recuerdo.

Sólo sé la agonía en carne propia
de andar a rastras por el suelo
en busca de los desquebrajes
de este tonto corazón
que se niega a continuar.

Dora Elia.
2 de Octubre 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.