martes, 26 de diciembre de 2017

PARA HACER POESÍA

Hay miles de razones
para hacer poesía en esta vida,
en la conjugación
del verbo mundo, cielo y mar…
del verbo yo
del verbo tú
del verbo él
del nosotros
y el vosotros
y ellos.

Como ser por ejemplo:
Un decir que fluye
de los núcleos alveolares
de un amante corazón
pronunciando un te quiero
sin sonido
sin voces
solo en ese latir
que lo recorre todo.

Un farol al final de la calle
doblegado por la espera
bajo su luz mortecina
cobijando la esperanza
ver voltear en el infinito
el amor aquel
que marchando
se había perdido
en la bruma de los años.

O una piedra rodante
-sin rumbo-.
Una pisada partícula de arena.
Un grano de polvo en vuelo.
Una bocanada de rocío.
Un gotero lleno de luz.
El estertor de un día
que da paso a la luna
a presumir su espectáculo.

Los hilos de cristal de la lluvia
desprendidos de una nube.



Un halo refrescante de brisa.
Una fuente saltarina
en su despliegue de figuras.
Las flores coqueteando con la luz.
Un furtivo suspiro entre dientes.

El mágico crepitar del fuego
que en la chimenea mesmeriza...
y tú en mi piel
y yo en la tuya
entrelazados en uno.

Tú mi soldadito



fusil en mano
yo la tibia trinchera
dándote cobijo
entre mis cuatro paredes
de donde no quieres salir…

Perdidos los dos entre besos
haciendo del encanto de la noche
la más profunda poesía.

Dora Elia.
24 de Diciembre 2015.
EE.UU.
Derechos reservados de autor




domingo, 24 de diciembre de 2017

CONSPIRACIÓN

Te invoco de repente
en el espacio que no estás
y se llenan mis labios
de almizcle aromático
y dorada inspiración.

¿Sabes?
Las células me conspiran
en todos los rincones 
y me trasminan los poros
cuando me aleteas.

Conspiro con alevosía
la carrera contra el tiempo
que hay que reponer
y muy hondo inhalarte
todos los días del año.

Me conspiro juntos
en frecuentes duchas
prolongadas y mimosas
tallándonos la espalda
con exacerbada lentitud.

Te necesito árbol
para cubrirme en tu sombra.
Te quiero sol de medianoche,
luna al mediodía…
busco ser la lluvia
mojándote en nubes ausentes
y aberración cualquiera.

Tengo muy profunda
tu huella imborrable
grabada a fuego
en cerrojos sin llave.

Conspiro de ti,
conspiro de mí.
Ven…
conspiremos juntos
y olvidémonos del tiempo
y todo alrededor.

Dora Elia.
19 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor.




jueves, 21 de diciembre de 2017

TINTA AMARGA.

Es verdad,
las campanas ya no tienen
la resonancia de antaño
que solía llegar a mis tímpanos
cantándome con su algarabía…   
ahora se escuchan
como un triste y opaco lamento.

Se apartaron nuestros rumbos,
mas no sé qué pensar,
si acaso algún día
hubo un mismo derrotero
o tan sólo nos cruzamos en el entronque 
al azar,
una coincidencia
sin propósito alguno…
Es más, ya tampoco sé si pienso
o alucino.  

Pero te veo alejarte en la distancia
a unos cuantos años luz
-me pareciera así-
y yo me quedo con manos llagadas
de tanto estrujar el vacío del viento
buscando en las tinieblas
la tibieza de tus formas.  

Se van los versos contigo.
Se va el canto
la palabra escrita
las hadas creí imaginar
y mi voz también…
no voy a permitirle
seguir pronunciándote
lo juro.

Gimen las campanas
gime el poema…
la tinta se volvió amarga.



Dora Elia.
21 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor.





domingo, 17 de diciembre de 2017

PROVOCACIONES

Y yo sentada espero
en la orilla de la tarde
cobijando entre mis muslos
mis humedales acuosos
que en volátiles arranques
de macho en celo
gustas a copos libar
sin desperdicio alguno…
febril,
descontrolado.

Y me prometes volver…
volver muy pronto
abrazando la pasión
que nos consume
para cobijarnos otra vez
bajo el mismo cielo
de manto estrellado
en complicidad de penumbras
a media luz de lunas plateadas
y enmarañadas piernas
de formas jeroglíficas.

Y yo ansiosa te espero
sentada aquí
con mortal impaciencia
y a cuesta mis humedades
sintiendo tus caricias
de la otra vez.
Te espera la noche.
Te espera mi piel.
Te espero sedienta yo.

Quiero revivirte
y deglutir tu mirada
cuando me observas 
en espasmos de gata
jugando a desmadejarte.

Apura tus alas.
Te espero muy pronto
para temblar de nuevo
como tiembla al alba una gota de rocío.
Ay amor…
¡cuántas cosas me provocas!

Dora Elia.
15 de Diciembre 2017.
EE.UU.

Derechos de autor.




domingo, 3 de diciembre de 2017

ALMA MÍA.

Ya verás que pronto amanece.
Que un día la tierra del camino
no empolvará mis sandalias
y mis cansados pies.

No tropezaré como un ciego
en las piedras.
No me mojará la lluvia.
No intentaré hacer discos en el lago
lanzándole oblicuamente
algunos desquicios.

No echaré monedas a las fuentes
donde algunos tontos
piden cosas más tontas que ellos
y no acosaré con destripadas
guerras de suspiros a la luna.

Ya verás que en poco
me acostumbraré a no tenerle.
A la sangrante soledad de su ausencia.
Y mis manos no estrujarán su nombre
haciendo garabatos entre hoja y lápiz.

¿Sabes?
Ya casi pierdo el olor de su piel.
Y el sabor de su saliva
se va desvaneciendo de mi boca.
Pero dame un poco de tiempo,
tenme paciencia… después de todo
¿qué son para ti cien años más
si tú eres eterna?

Voy a aprovechar lo que me queda
para nutrirte de poesía,
para llenar todos los cuadernos
escribiendo historias
y cuentos sin final
mientras llego a la raya.
Espera un poco alma mía,
no desesperes
ya casi amanecen cien años.  

Dora Elia.
2 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor. 





sábado, 2 de diciembre de 2017

ÍDEM.

Tú sabes que no se han apagado
los leños que encendimos juntos
desde aquél entonces.
No sé,
al menos eso creo yo
los veo arder todavía.

Los escucho derramar a veces
unos finos silbidos
a la superficie.
Los veo mantener apenas
una pizca detectable de vida
bajo montañas de cenizas.

Será que fue lo cómodo.
Bajo las circunstancias lo más práctico…
y en proterva acción
sólo mudamos nuestras energías
en el continuum y espectro
de las distancias
los no-olvidos y el tiempo.

Pero los leños protestan,
persisten y resisten
desaparecer del mapa.
Lo sé, lo entiendo así
desde los infinitos misterios
cuando inesperadamente
recibo en una carta tus señales de humo
un pensamiento y un beso…
de vez en cuando.

Sé que no puedes olvidarme.
Ídem aquí.
Algo me dice que aun late
una minúscula chispa del fuego
que hubiera parecido ahogarse
bajo las ruinas y escombros.

Pienso que a veces
todavía me sueñas
y que de tus mejillas
rueda un tibio recuerdo.
Creo…
o así quiero creer,
que seguimos vivos.

Dora Elia.
2 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor.