jueves, 21 de diciembre de 2017

TINTA AMARGA.

Es verdad,
las campanas ya no tienen
la resonancia de antaño
que solía llegar a mis tímpanos
cantándome con su algarabía…   
ahora se escuchan
como un triste y opaco lamento.

Se apartaron nuestros rumbos,
mas no sé qué pensar,
si acaso algún día
hubo un mismo derrotero
o tan sólo nos cruzamos en el entronque 
al azar,
una coincidencia
sin propósito alguno…
Es más, ya tampoco sé si pienso
o alucino.  

Pero te veo alejarte en la distancia
a unos cuantos años luz
-me pareciera así-
y yo me quedo con manos llagadas
de tanto estrujar el vacío del viento
buscando en las tinieblas
la tibieza de tus formas.  

Se van los versos contigo.
Se va el canto
la palabra escrita
las hadas creí imaginar
y mi voz también…
no voy a permitirle
seguir pronunciándote
lo juro.

Gimen las campanas
gime el poema…
la tinta se volvió amarga.



Dora Elia.
21 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor.





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