domingo, 3 de diciembre de 2017

ALMA MÍA.

Ya verás que pronto amanece.
Que un día la tierra del camino
no empolvará mis sandalias
y mis cansados pies.

No tropezaré como un ciego
en las piedras.
No me mojará la lluvia.
No intentaré hacer discos en el lago
lanzándole oblicuamente
algunos desquicios.

No echaré monedas a las fuentes
donde algunos tontos
piden cosas más tontas que ellos
y no acosaré con destripadas
guerras de suspiros a la luna.

Ya verás que en poco
me acostumbraré a no tenerle.
A la sangrante soledad de su ausencia.
Y mis manos no estrujarán su nombre
haciendo garabatos entre hoja y lápiz.

¿Sabes?
Ya casi pierdo el olor de su piel.
Y el sabor de su saliva
se va desvaneciendo de mi boca.
Pero dame un poco de tiempo,
tenme paciencia… después de todo
¿qué son para ti cien años más
si tú eres eterna?

Voy a aprovechar lo que me queda
para nutrirte de poesía,
para llenar todos los cuadernos
escribiendo historias
y cuentos sin final
mientras llego a la raya.
Espera un poco alma mía,
no desesperes
ya casi amanecen cien años.  

Dora Elia.
2 de Diciembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor. 





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