Somos mar y palmera
en un vector constante
tú y yo…
por esa fuerza
velocidad
y aceleración
con que mi pulso mueves.
Porque llegas a mí
como una ola en bruto
cada pausado momento
a acariciar mis orillas
y besar mis arenales
de ti humedeciéndome.
Y eres nube de repente
de vuelo libre
e impredecible.
Y yo…
yo lluvia
que de tus entrañas nazco.
Y bajo emancipada
desde tu vientre de nube
a mojar la tierra
para subir de nuevo a ti
en un vapor
al centro de tu imán...
a tu interior que me llama.
Vuelvo ahí cada vez
de donde soy
donde pertenezco.
Algunas veces eres aire
libremente corriendo
y yo…
yo polvo de la tierra.
Y volamos juntos
lado a lado en un abrazo
llevándome contigo
de tu mano fuerte.
Y yo…
yo dejándome llevar
a donde quieras llevarme.
Dora Elia.
27 de Febrero 2016.
EE.UU.
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