Hoy volviste a mí
con fuerza de ciclón
más sólo es un espejismo
en mi divagante andar.
Has llegado a golpe
como el aire que surcabas…
en el trazar de sus caminos
de ventisca insurrecta.
Y escucho al fondo
la cadente melodía
de nuestro ayer fortuito
gritando con suavidad
sangrantes notas.
Llegan a mis venas
en un torbellino
que me arrastra a ti
como hoja suelta.
Hoy me he acurrucado
en tus brazos
en tus brazos
{igual que antaño}
sintiendo tu aliento
tejiéndose en mi pelo.
Hoy me dueles
y palpitas en mi pecho
que tañe tu nombre
como anhelo de campanario
en lánguida tarde.
Hoy mis ojos son de sauce
porque lloran.
Hoy te sufro de entonces…
de siempre.
Y en mis altares te busco
y en mis santos óleos
y mis sacramentos
y el incienso volátil
que me trae tu aroma.
Dora Elia.
17 de marzo de 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de
autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario