viernes, 1 de marzo de 2019

FLORES MUERTAS.

 Ven, 
te llamo desde el desorientado plexo 
no-clarividente de mis entrañas, 
llenas de mariposas confundidas,
aleteando sin ton ni son. 

Amor, te estoy llamando a ti, 
que no escuchas, 
que no sabes dónde me guardo, 
es más… debo confesar, 
tampoco me importa 
en qué rincón te guareces tú.

A ti, 
que juegas al azar y la aventura.
Esa desventurada aventura 
de rosas marchitas y desvencijadas
en el florero roto
que murió de sed.

Ven, 
ven al clarín de la tarde. 
Te invito un café amargo y ocre-oliente, 
re cocinado en la leña del fogón, 
a fuego crujiente y despacio
pasado de sabor y tiempo.

Ven en la tarde medio muerta, 
al repiqueteo de cenzontles 
sin cantos ni alas. 
Una tarde de campanas inútiles 
sin torres ni sonidos. 

Pero 
¿dije ven?
No, estoy confundida, 
como las mariposas 
en mi plexo solar. 
Quise decir no vuelvas nunca, 
trayéndome los mismos tragos 
amargos de siempre.

¿Ves? Lo siento…
Quise escribirte un poema 
y sólo esto brotó de mis necedades.
Veo en mi inconsciente
que me inspiras flores muertas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario