Me aleje por el camino
en un letargo azul
sin rumbo exacto
explorando rincones
grietas
y fisuras en la tierra
para llegar a tu arena.
Tu
mi playa sin nombre
y llegar al sublime cielo
inconmensurable
de tus besos.
Buscándolos sin claudicar
para ahogarme en ellos
y perderme
medio moribunda
en manifiesto exilio
del mundo que conozco
del mundo por haber.
Repitiéndome
una vez y otra
en infinita reincidencia
en los excesos de tu
cuerpo.
Tu cuerpo tan de mí
sagrado recinto
para mi último descanso…
ese altar soñado
para mi postrer aliento.
Y este cuerpo mío
tan tuyo de siempre
tan lleno de ti
tan sediento de ti
y tus brazos mi mausoleo
mi descanso final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario