viernes, 14 de julio de 2017

ATADA AL SUELO.


Y luego tú te vas
y yo me quedo tan así,
tan suspendida en la cornisa
coqueteando a la locura
danzando de puntillas sola
en la orilla de mi abismo.

Y se rompe el lenguaje.
Enmudece el diccionario
y ya no habla
ya no dice nada…
Apaga su voz.
No puede aunque lo intente
balbucear palabra alguna.

Y busca un resquicio
en la esquina de un rincón.
Un resquicio sin colores
como su apagada luz
donde esconderse de la lluvia
a llorar su pena.

Mis pies se arrastran en el fango
de tu abandono cruel
y mis alas se rompen en mil partes
como un rompecabezas
que no puedo construir de nuevo.

Mi vuelo se estaciona
desahuciado y triste
bajo un árbol seco
y los rayos calcinantes
del sol violento
lo han ennegrecido…

Mi vuelo tan desesperado
sin alturas
tan lleno de nada
vacío de ilusiones
borracho de mil soledades
y yo con él atada al imán del suelo
sin poderme nunca ver
en el espejo de tus ojos.

Dora Elia.
13 de Julio 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.



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