martes, 29 de agosto de 2017

INTERROGANTES.

Sé muy bien
que no sólo de pan
vivirá el hombre
y que no hay ningún mal
que dure cien años.

Sé que hay un lugar
más allá del mundo
y que el sol aparece
después de la tormenta.

Sé que no hay camino,
que se hacen al andar
y que todos llegan a Roma…
según se dice.

¿Por qué entonces
me abrazo a ti
como acaricio un poema
incrustado en mi pecho?

¿Por qué te he vuelto
mi pan de cada día
y vives en mí cien años
como un escarpado mal
agazapado en mi penumbra?

¿Por qué te haces
el único camino que yo veo,
de cerca
y a la distancia
con sus curvas caprichosas
donde a veces
te pierdo de vista?

¿Por qué no he podido llegar
a ese lugar más allá de mi calle
y alcanzar los límites
de la Roma de tu cuerpo?

Dime amor…
¿Por qué te convierto en melodía
al toque del clarín de la mañana?

¿Por qué,
este desazonado augurio
que mío no serás  
y que no me veré
nunca en tus ojos?

¿Por qué sigue lloviendo,
arreciando en mi tormenta
y el sol se esconde detrás
de los negros nubarrones?

Dímelo amor si puedes…
¡Yo necesito entenderlo!

Dora Elia.
29 de Agosto 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.






No hay comentarios:

Publicar un comentario