domingo, 26 de febrero de 2017

COMO NO LO HABIAN BESADO.



Lo besé febrilmente
sin temor
sin recato 
ni miramientos
hasta ahogar desesperado
en mí su aliento
que imitaba
coctel de frutas frescas
arrancadas de sus nacientes
regando en mí su sabor
y aroma.

Y ese su aliento taimado
se esparcía voraz
por mis campiñas como el fuego
tomando de partida
el carmesí de mis labios
ampliándose en mis hombros
creciendo en mis pechos
ensanchándose sobre mi espalda
y deleitándose paso a paso
en mis bóvedas celestes
como se expande la tierra fértil
recién mojada por la lluvia.

Lo besé sin tregua ni compasión
hasta escarbar golosa
con mis hambrientas uñas
en lo profundo del suelo
sus raíces llenas de savia
y desenterrándolas
me enredé humedecida en ellas.

Lo besé
como no lo habían besado
fue su confesión en arrebato…
atando con listones de mi alma
pedazos de cielo y nubes
a los terrones mortales de mi cuerpo.

Dora Elia.
26 de Febrero 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.









No hay comentarios:

Publicar un comentario