domingo, 26 de febrero de 2017

MI AMIGO EL VIENTO.

Estoy de caracol
en mis formas espirales
acurrucada en deseos de él
sin que lo sepa.

Y me resulta inútil
contárselo al viento…
ni al menos siquiera
en relevo a mis entrañas.

¡Oh…el viento mi buen amigo!
Confío en él ¿saben?
En su forma milenaria
de guardar secretos.

No escucha no, pero sí oye.
No ve, pero sí mira.
No siente, pero sí llora…
(como cuando toca un sauce
y lastimeramente plañe
en su vaivén languidecido).

No habla;
(aun con el ruido que hace a veces)
y definitivamente
no va a contar por allí
las cosas que atestigua.

Me gusta su silencio
cuando con suavidad me roza
y se lleva la osamenta de mis penas
a botar al cementerio.

Pero de un tiempo acá
estoy de caracol sin ese hombre
enrollada en mi noche solitaria
y no lo sabe…
Está anudado en mi garganta
borboteándome en el pecho.

Pero no confesaré
ni a mi amigo el viento su nombre…
no sea que aprenda a hablar
y me delate.

Dora Elia.
25 de Febrero 2017.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.







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