soplo de aliento,
universo en su fluir,
aire puro,
olor a tierra fresca,
lluvia de esperanza,
de ti, de mí, de los dos.
Nos cruzamos tú y yo,
de principio tú mis ansias,
tú mis ojos,
mi boca,
tú mi aire,
tú mi vida,
tú mi todo,
tú…
Y yo que al fin nacía.
Lobos hambrientos,
devorarnos,
beberte,
respirarme,
esencia yo,
fibra de mi alma tú.
Amándonos.
Y la misma suerte,
la vida misma,
desaparecernos en la nada,
como los barcos se le pierden
de vista a la arena,
desdibujándose,
más allá del mar.
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