Supongo que al sonido de la medianoche
-ese crepitar en que bailan de puntillas las hadas y los duendes- pensarás tal
vez que fui una realidad, habiéndome colado en medio de tus ojos. Ahí, en los
sueños color rosa, donde no existen las verdades, donde todo se mueve en
fantasía.
Y me buscarás a tientas a tu alrededor, tambaleante de cabeza a pies en la penumbra, pensarás encontrarme en las nubes de tus pensamientos girando en remolinos. Y querrás hallar mis formas con el firme deseo de inmolarme -de fundir tu materia a mis células- y no estaré, me habré esfumado… los fantasmas no sabemos materializarnos.
Y me buscarás a tientas a tu alrededor, tambaleante de cabeza a pies en la penumbra, pensarás encontrarme en las nubes de tus pensamientos girando en remolinos. Y querrás hallar mis formas con el firme deseo de inmolarme -de fundir tu materia a mis células- y no estaré, me habré esfumado… los fantasmas no sabemos materializarnos.
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