RIGOR MORTIS

Redime mis labios
amor mío
de su abandono letal.
De su fría rigidez
en triste semejanza
al rigor mortis de un amor…
rodeado de cirios color púrpura,
cemento gris,
cruces desvencijadas
con enmohecidos clavos
y repletos cementerios.

Porque parece de la nada
estar floreciendo el eco
sin ningún sonido.
Sin nosotros.
Sin tu voz.
Sin la mía…
Y el silencio se mueve
agitando mis nubes,
ensanchando telarañas
sobre mi cabeza,
mis hombros
y los cielos
de mis aletargados cielos.

Mas guárdame así
amor mío
intocable en tu recuerdo
por si acaso no han de regresar
las primaveras a cantarnos
y arrullar nuestros brazos
bajo las estrellas.

Y por si acaso no volvieran
las migrantes golondrinas
a colgar del balcón
de nuestros sueños
sus florecientes nidos…
que yo me llevaré tu nombre
tatuado en el rigor mortis
de mis labios.

Dora Elia.
21 de Marzo 2016.
EE.UU.
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