Solo de vez en cuando
en el desorden
de mis cruciales
laberintos
me da por extrañarte.
A la luz primera en la mañana
hasta antes de dormir...
al cuarto
a la media
a la entera
e inclusive algunas veces
a los tres cuartos de hora
de domingo a sábado
de enero a diciembre.
Luego cierro mis ojos
aliviada por el sueño
que me dará de ti descanso…
y cada noche
infalible
inevitable
te apareces ahí también.
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