jueves, 15 de octubre de 2015

OTOÑO

¡No me dejes, no!
-Le dije-
Y cayó en el silencio
y al vacío mi queja.

Corre octubre
en su veloz carrera.
Acá en mi hemisferio
se cubrirá pronto
de escarcha todo…
no tendré tus brazos
para darme calor.

Duele la ausencia ¿sabes?
Duelen los días y las noches
y el empedrado de las calles
y las luces moribundas
que las iluminan
y las huellas en la acera
y los muros y las verjas
y los pétalos de las rosas
¡qué decir de las espinas!

Crujen los huesos
y las fosas donde se auspician
y las cruces de los cementerios
y las flores secas
al moverlas el viento
sobre cada loza
cubriendo cada muerto.

Todo duele
y duele todo ¿sabes?
Y yo aquí
solamente en el otoño
y ya me abraza

este inexplicable frío.











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