Nació con miedo
en sus noches solitarias.
Sus puños van cerrados
por no abrirse a la luz
-temeroso del mundo-.
Un brote de capullo frágil
y yo no sé
a donde me llevarán
estas querellas
conmigo misma.
Si a ciegas caminaré
por siempre
pensando encontrarte
para besar mi sombra.
Mi razón grita en alta voz
pero se vuelve un eco
que repica y redobla
la permanecida angustia.
Se asoma un poco
el pobre capullo.
Capullo temeroso
con miedo a respirar
el aire envenenado.
Y retracta a prisa.
A la nada revierte.
Se queda sin abrir
y baja enrollado
al fondo del mar
a guardarse en una concha
donde este seguro.
Dora Elia.
17 de Noviembre 2015.
EE.UU.
Derechos reservados de
autor.
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