Ya lo sabía yo
que estabas llegando
para conmover mi mundo
como casa de cartón.
Que mi estabilidad emocional
tambaleaba ante ti
y se consumiría
como arde la paja
frente al fuego.
Que el imperio sublime
de mi control
se estaba tornando
de coraza y escudo
a vestimenta de papel
y mandil de trapo
que no defienden nada.
Esta noche de media luna
-como yo-
voy a acariciar
las hojas blancas del cuaderno
con mi danzante pluma
llena de tinta ilusión
donde escribiré historias
y místicos cuentos
rayando en el desquicio
y la fantasía.
Mañana entonces
comenzare el proceso
de recuperarme.
Empezare la dieta
de no comerte
con el pensamiento
hasta hartarme de ti
y de no beberte en mis sueños
hasta embriagar mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario