jueves, 16 de noviembre de 2017

PINTURA BORROSA.

Fueron dos ambulantes quiméricos sin estaciones del año donde detenerse a reposar sus desarropados gritos. Fueron valle desolado y montaña infértil donde la muerte hacía eco de repechos lacrimosos y punzantes. Se fueron llenando de llagas infladas con ponzoñoso suero que empezó a supurar contaminándolo todo alrededor, desgarrando los pocos rayos de luces saludables que les sostenían. Eran dos tontos, simplemente. Dos ilusionistas lanzándose a sí mismos a un mar picado sin tabla salvavidas. No había milagros. No se esperaban al menos, quizá porque no creyeron que existían. Eran culto sin teología ni religión. Los altares estaban quemados y los puentes rotos. Eran mancha de pintura borrosa que no perfilaba nada más que ininteligibles líneas donde sólo uno llevaba los secretos. Eran y no eran. Fueron y no fueron jamás. Se perdieron en medio de un triángulo oscilatorio, desgañitado y confuso.  

Dora Elia.
16 de Noviembre 2017.
EE.UU.
Derechos de autor.




2 comentarios:

  1. Wow
    Que pintura más borrosa e ininteligible.


    Sucede mucho en las lides del amor.
    Bueno... fue lo que imaginé al leer.

    Un gusto, Dora Elia.

    ***

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    1. Asi es Ivan... es precisamente el mensaje que quise expresar. Muchas gracias por ser y estar mi apreciado amigo. Saludos

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