jueves, 21 de enero de 2016

TAL VEZ


Yo no sé romper el hábito que me persigue desde siempre. El de romperme ante mí misma a veces. Desconfigurarme. Desintegrar mis llantos. Gritar mis lágrimas a voces bajo el peso del frustrado desvelo. Apretar los puños en un alarido hasta esos cielos de fábula, esos cielos imaginarios, pero tan azules y bellos que te hacen voltear la vista a buscarlos.
Sí, ese cielo mudo y sordo que me cubre. ¿Por qué entonces ocuparme en elevarle mis plegarias y lamentos si no escucha? Si usualmente no responde.
O será tal vez que la ciega, sorda y muda soy yo que no entiendo nada. ¿Para qué entonces aferrar mis pies a intangibles? Si siempre se derrumban en el viento (como yo) aún antes de tocar mis manos. Tal vez estoy demasiado ocupada viviendo la vida que no la estoy viviendo. Tal vez solo estoy habitando este cuerpo… y rompiéndome un poco cada día.

Dora Elia.
21 de Enero 2016.
EE.UU.
Derechos reservados de autor.












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