jueves, 8 de noviembre de 2018

CIEN MIL CADENAS


Recuérdame bonito
cuando todas las acuarelas
te hablen de mí
pronunciando mi nombre
en el blanco papel…
al darte cuenta
que no puedes diluirme
de tus venas.

Cuando una lágrima
brinque el redil
de tu pupila
y en tu mejilla arda
al ir bajando suavemente
rumbo al latir de tu pecho
en el aullido y la desolación
de tu noche más oscura.

Porque fui tu desvelo
y tu desesperación
en tantas lunas
y aquellos pasos
que anduve en tu camino
dejaron huellas en ti
petrificadas con el tiempo…
no saldrás nunca de ésa cárcel
no lo intentes
aseguré la puerta
con cien mil cadenas.







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