martes, 27 de noviembre de 2018

CONVERSANDO CON MI MUSA

La telaraña en mi vista me dice
que la noche es avanzada,
casi cae como fruta madura
y el tiempo se me ha ido
sin darme cuenta.

Debo descansar, pero estoy 
conversando con mi musa,
me tiene la mano detenida
y no me va a dejar dormir
hasta que plasme todo
lo que me susurra al oído.

Y van brotando las letras
en mi pluma como surcos
de trigales que han nacido
y estarán pronto listos 
para la siega,
o como racimos de uvas
que cuelgan de delgadas
ramas en las viñas,
en desafío aparente
de la gravedad.

-Gracias por compartir
conmigo tu sabiduría
y revelarme tus secretos...
veo que has hecho a mi pluma
llenar hoy del tintero verde;
Campos de cosecha,
abundantes viñedos
y frutas que suspenden al viento,
me alegra mucho,
ella a menudo prefiere
la tinta roja o la negra-

¿Hemos terminado?
¡Qué bien, gracias!
Se me cierran los ojos.
Despiértame temprano 
en la mañana por favor, 
sabes que te ansío
y no necesito más que 
unos cuántos sueños.






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