viernes, 16 de noviembre de 2018

COMO NO QUERIENDO


Deshiciste el atado de mi pelo 
que clamaba a gritos 
volar en libertad 
como despegan las palomas 
al tañer el campanario 
o al silbido del viento.

Corrían tus dedos 
temblorosos de pasión 
bajando por mis hombros
lentamente 
acompasados
sin prisa 
como no queriendo llegar 
a los contornos de mi pecho…
como no queriendo llegar 
poco más abajo
incitándome de loca espera 
enloqueciendo mi felina. 

Y seguía lloviendo…
de vez en cuando me percataba
del sonido de las gotas 
tocando con sus nudillos 
el cristal de la ventana…
aroma a humedad.

No el que despide la tierra 
cuando la moja la lluvia… 
el tuyo y mío
frenético intercambio
exudando
liberando aroma a sexo…
y dos amantes tocando el cielo.






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