Corro fuerte
y me sorprende la penumbra
de la taciturna noche...
ando en busca de tu respiración
pero no la encuentro,
ya no ronda mi almohada
como el antiguo vigía que fue,
que velaba los hilos de mis besos.
Tengo la ligera sospecha
que se marchó contigo
el día que perdimos la batalla
la lucha que fue, pero no realmente
no siento tu respirar meciéndose
en los timbres de mi oído
cuando recuesto mi cabeza a dormir
en mis pocos ratos de sueño.
y me sorprende la penumbra
de la taciturna noche...
ando en busca de tu respiración
pero no la encuentro,
ya no ronda mi almohada
como el antiguo vigía que fue,
que velaba los hilos de mis besos.
Tengo la ligera sospecha
que se marchó contigo
el día que perdimos la batalla
la lucha que fue, pero no realmente
no siento tu respirar meciéndose
en los timbres de mi oído
cuando recuesto mi cabeza a dormir
en mis pocos ratos de sueño.
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