Me vi reflejada en tus
ojos por breves momentos y tus vibraciones no supieron ocultar los torrentes invadían
tu magma. Me hueles a intensos aromas de café y flores de canela. Te imagino
llamaradas. Tu piel curtida de granos de cacao y tu voz que incita mis
instintos me provocan presentir pedazos de selvas piel a piel en una danza de
tu cuerpo sobre el mío… y más pedazos de cadencias y múltiples vaivenes de sal
a sal. Te adivino toro en brama. Te imagino ola en bruto que arrasa manglares.
Quiero sentirte huracán trastornándome el piso. Deseo sentirte fusionado a mi
espalda, adherido como madreselva a mis paredes floridas. Ansío probar tu
esencia de macho cabrío en mi boca y saciar los deseos de mi hembra en celo. Me
muero por caer al fondo de tu abismo… abraces mi caída en tus llamas y me abrases
de labios a labios, derretida.
Dora Elia.
21 de Septiembre 2016.
EE.UU.
Derechos reservados de
autor.
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