Siento el mar bajo mis
pies campaneando mis plantas en espumares blancos… Y me vuelvo gaviota y me
convierto paloma y me torno jilguera de trino suave y soy quetzal de alturas y viajante
golondrina surcando mis Andrómedas, sí mi amor, así tan en plural. Y quiero
pensarte mío, pero te sé también tan no de mí, en mi realidad tan cruda… de
tantas otras tú… tan regalado tu cuerpo como te imagino…tan ausente a veces. Y
te veo sin mis ojos y te toco sin mis manos y de labios desnudos te beso y te
muero en mí y me muerdes de ti en las orillas de mis sueños. Y viajo en
espirales sin olfato y te añoro en ofuscados trigos en la obnubilación de mis
sentires, a veces en la tierra de tanto equilibrio, otras, tan confusos y borrachos…
¡Oh! Tan enviciados y ebrios de ti… Y me empapo en el turquesa de espumas
ciegas.
Dora Elia.
6 de Septiembre 2016.
EE.UU.
Derechos reservados de
autor.
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